El Mundo
Miércoles 05 de noviembre de 2014 | Publicado en edición impresa
Operativo
Cayó la "pareja imperial", los fugitivos más buscados de México
La policía detuvo al ex alcalde de Iguala y a su esposa, considerados los autores intelectuales de la desaparición de 43 estudiantes; el caso ya dio la vuelta al mundo
CIUDAD DE MÉXICO.- En un país conmocionado todavía por la desaparición de 43 jóvenes en la localidad de Iguala en septiembre pasado, la policía detuvo ayer al ex alcalde de esa ciudad, José Luis Abarca, y a su esposa, María de los Ángeles Pineda, acusados de ser los autores intelectuales de los ataques contra los estudiantes, que dejaron seis muertos y decenas de desaparecidos.
Abarca y su esposa se escondían en una humilde casa de dos pisos de Iztapalapa, un populoso barrio en el este de Ciudad de México. La pareja tenía alquilada la vivienda, y fue la propietaria la que alertó a las fuerzas del orden, según fuentes de la policía mexicana. Desde hacía semanas, eran los fugitivos más buscados en la investigación por la desaparición de los estudiantes en Iguala, en el estado sureño de Guerrero. Su huida tras los ataques provocó la indignación de todo México contra sus autoridades.
"Espero que esta detención contribuya al esclarecimiento de la investigación", dijo ayer el presidente Enrique Peña Nieto durante un evento público en el que felicitó a la policía por la operación.
El presidente, que ha estado bajo presión por la lentitud de las investigaciones, se reunió la semana pasada con familiares de los jóvenes desaparecidos, a quienes ofreció otorgar todo su respaldo para dar con su paradero. Previamente a la detención de Abarca y su esposa, Peña Nieto había anunciado que convocaría a todas las fuerzas políticas del país para "fortalecer el Estado de Derecho" en México.
El pasado 26 de septiembre agentes de policía tirotearon en Iguala a alumnos de una escuela rural de la localidad vecina de Ayotzinapa que se manifestaban contra el alcalde. Abarca habría dado presuntamente la orden de que la policía abriera fuego contra los jóvenes. Esa noche murieron seis personas, 25 resultaron heridas y 43 jóvenes fueron detenidos y entregados al cartel Guerreros Unidos, que se encargó de su desaparición, de acuerdo con las investigaciones de la fiscalía general de México.
Por el caso hay ya más de medio centenar de detenidos, entre los que figuran varios policías de Iguala y de la vecina localidad de Cocula, y sicarios de Guerreros Unidos, incluido su líder, Sidronio Casarrubias. Fue el jefe narco quien reveló que el cartel entregaba mensualmente elevadas sumas de dinero al intendente a cambio de tener bajo su control a la policía de la ciudad.
Según las declaraciones de varios detenidos, los jóvenes desaparecidos habrían sido asesinados y enterrados por los sicarios de Guerreros Unidos.
"Es necesario que lo hagan hablar [a Abarca]; hay que interrogarlo y que diga dónde están [los estudiantes]", dijo Manuel Martínez, uno de los voceros de los padres de los desaparecidos. Algunos familiares de los estudiantes sostienen que sus hijos siguen vivos en poder de policías de Iguala huidos de la justicia.
El gobierno espera que las declaraciones de Abarca den pistas efectivas para localizar a los jóvenes, lo que no sucedió con los otros 56 detenidos. Las autoridades han recalcado que su prioridad es encontrar a los estudiantes, que siguen siendo buscados en Guerrero.
La fiscalía cree que, la noche del ataque, el alcalde ordenó a sus policías que reprimieran a los estudiantes por temor a que sabotearan un evento encabezado por su esposa como directora local de un organismo público de protección a la infancia. Una veintena de policías de Iguala, una ciudad de 140.000 habitantes, están detenidos por los hechos.
Abarca y Pineda, conocidos en Iguala como "la pareja imperial" por el poder que llegaron a ostentar, huyeron unos días después del ataque cuando aún no había orden de detención contra ellos. A la pareja, que gobernaba con mano de hierro la ciudad, le gustaba vestir con ropa de marca y exhibir anillos y cadenas de oro.
Según vecinos de Iguala, en la ciudad era un secreto a voces la tenebrosa relación de Abarca con el crimen organizado.
Agencias AP, AFP, EFE y Reuters.