Viernes 27 de junio de 2014 | Publicado en edición impresa
Vaticano y familia
Reconoce la Iglesia que está en crisis su "credibilidad moral"
El Mundo
En un informe que debatirá en octubre habló de una brecha con los fieles
Por Elisabetta Piqué | LA NACION
ROMA.- El Vaticano presentó ayer un crudo e inédito documento, basado en un sondeo de católicos de todo el mundo, en el que admite su pérdida de "credibilidad moral" y la brecha que la aleja de los fieles y de sus problemas actuales, como el divorcio y los matrimonios gay y sus hijos.
El informe, de 75 páginas, será debatido en octubre durante el sínodo extraordinario sobre la familia convocado por Francisco. En sus párrafos más reveladores dice que la Iglesia debe ser menos moralizante, entre otros, con los matrimonios gay, y que debería recibir en la fe a los hijos de éstos. Además de criticar a sacerdotes y obispos por no ahondar en sus tareas pastorales, llama a los católicos a ser menos excluyentes y más humildes.
El documento, conocido como Instrumentum Laboris, se basa en el sondeo que lanzó Francisco en 2013, cuando, para tener un cuadro de situación, les envió a las conferencias episcopales de todo el mundo un cuestionario de 39 preguntas.
La encuesta provocó bastante revuelo: por primera vez había preguntas sobre temas tabú, como los homosexuales, las parejas de hecho, sus hijos y los divorciados vueltos a casar. Además, también por primera vez pidió especialmente que respondieran el cuestionario los fieles de las parroquias, no sólo la jerarquía eclesiástica. Apegado a la doctrina, el texto adopta un tono conciliador y llama a no cerrarse en una "mirada legalista".
"No hay que cerrar los ojos ante nada. Muchas veces existe un divorcio entre lo que la Iglesia afirma y lo que la gente vive en el confesionario", admitió en una conferencia de prensa monseñor Bruno Forte, secretario especial del sínodo, al sintetizar el tono del documento, que admite que hay problemas. Allí se reconoce que es inmensa la distancia entre lo que le Iglesia afirma y los fieles hacen, especialmente en temas de moral sexual.
"Muchos cristianos manifiestan dificultad en aceptar integralmente" la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia, se lee en el texto, que señala cómo, en general, incluso las parejas católicas "no consideran pecado el uso de métodos anticonceptivos". También destaca "el número creciente de parejas que conviven sin ningún tipo de matrimonio, ni canónico ni civil, ni ningún tipo de registro".
El texto acusa, en diversas partes, a los sacerdotes de no haber sabido transmitir en forma adecuada la enseñanza de la Iglesia Católica y reconoce abiertamente que ha perdido su credibilidad en las últimas décadas al dar "contratestimonios". "Con frecuencia y con extendida distribución a nivel geográfico, aparece en las respuestas [del cuestionario] la mención relevante de los escándalos sexuales en el seno de la Iglesia [pedofilia, en particular], así como en general la de una experiencia negativa con el clero o con algunas otras personas", admite el documento, que subraya que, sobre todo, en América del Norte y en Europa septentrional se denuncia una significativa pérdida de credibilidad moral a causa de los escándalos sexuales.
El escenario
Un dardo directo a la jerarquía eclesiástica
El Mundo Por Elisabetta Piqué | LA NACION
ROMA. -La autocrítica que se hace la Iglesia en el Instrumentum Laboris (documento de trabajo), presentado ayer en vista del sínodo sobre los retos de la familia, es tan dura que hasta fue considerada por algunos expertos una suerte de "autoanálisis" de la jerarquía eclesiástica. En sintonía con el viento de renovación de Francisco, que insiste en la necesidad de sacerdotes "con olor a oveja" y de una Iglesia abierta, son los mismos pastores quienes son puestos en discusión, a lo largo de todo el documento, por la falta de capacidad de acompañamiento de su grey.