Domingo 22 de junio de 2014 | Publicado en edición impresa Italia
El Papa "excomulga" a la mafia y llama a hacerle frente
En una visita a un pueblo de Calabria, feudo de la 'Ndrangheta, donde en enero fue asesinado un niño, lanzó su durísima condena
Por Elisabetta Piqué | LA NACION El Papa, al llegar a Cassano allo Jonio. Foto: REUTERS

ROMA.- "Su tierra tan bella conoce las marcas de este pecado: la adoración del mal y el desprecio del bien común. Este mal debe ser combatido, alejado, hay que decirle siempre que no. Aquellos que en su vida han emprendido este camino del mal, los mafiosos, no están en comunión con Dios, están excomulgados."
Desde Cassano allo Jonio, pueblo del sur de Italia y feudo de la 'Ndrangheta, la temible y poderosa mafia calabresa, Francisco lanzó ayer el ataque más fuerte contra el crimen organizado desde el llamamiento que había hecho Juan Pablo II en 1993, en Sicilia. Fue la primera vez que un papa utilizó la palabra "excomunión" para denunciar a la mafia.
Francisco lanzó su anatema no sólo en el sermón que pronunció en la misa celebrada por la tarde ante más de 250.000 personas en la explanada de Sibari, sino ya al llegar por la mañana en helicóptero desde Roma a Cassano allo Jonio, pueblo de Italia golpeado por el asesinato de un niño de apenas tres años, en un ajuste de cuentas. Nicola "Coco" Campolongo fue salvajemente asesinado de un tiro en la cabeza en enero pasado por miembros de la 'Ndrangheta. Coco fue hallado carbonizado junto a su abuelo y a la compañera de éste en el auto de la familia, que los asesinos prendieron fuego para borrar las huellas de su masacre.
"¡Que nunca más un niño tenga que padecer esos sufrimientos!", clamó Francisco al condenar la violencia de la 'Ndrangheta y al referirse al caso de Coco. "Rezo todos los días por él", agregó, al visitar la cárcel de Castrovillari, donde están detenidos, por mafia y tráfico de drogas, los padres de Coco.
Este cuarta visita pastoral que realiza el ex arzobispo de Buenos Aires en Italia -luego de haber estado en la isla de Lampedusa, símbolo del drama de los inmigrantes; en Cagliari, ciudad de Cerdeña especialmente golpeada por el desempleo, y Asís, cuna del santo patrono de Italia, del que tomó el nombre- fue decidida justamente después de que Jorge Bergoglio quedara conmovido por la muerte de Coco, un asesinato que impactó fuertemente en Italia.
Durante la visita que hizo a la cárcel de Castrovillari, Francisco se reunió con los familiares del niño. El encuentro no estaba previsto, pero fue difundido por el obispo de Cassano, monseñor Nuncio Galantino. "Los familiares del niño lloraron cuando estuvieron con el Papa, fue un encuentro conmovedor", reveló a la prensa.
Al hablar ante 200 detenidos, Francisco reivindicó el rol de reinserción que debe tener la prisión. "Cuando esta finalidad se descuida, la ejecución de la pena se degrada a un instrumento únicamente de castigo y de represalia social, nocivo tanto para el individuo como para la sociedad", dijo.
Como ya hizo en sus anteriores visitas pastorales por la península y fiel a su compromiso con los marginados, Francisco comió con un grupo de pobres a los que Cáritas ayuda. Antes, visitó a enfermos de un hospicio y se reunió con el clero local. Pero fue en la misa que celebró por la tarde en la explanada de Sibari, cuando el Papa, en una homilía improvisada pero fortísima, se convirtió en el primer pontífice que utiliza la palabra "excomunión" para fustigar a la mafia.
"La 'Ndrangheta es esto: adoración del mal y desprecio del bien común. Este mal debe ser combatido, extirpado. Es necesario decirle no", clamó..