Gracias al superreal, llega el dê-me dois de los brasileños
Cada vez más turistas de San Pablo y Río de Janeiro llegan a Buenos Aires en tours de compras
Alfredo Sainz
LA NACION
En su oficina de Acassuso, Alan Aurich, gerente general de Havanna, tiene marcado con rojo el segundo fin de semana de noviembre. En la Argentina, se trata de un sábado y domingo comunes, pero en Brasil el lunes 15 se celebra el día de la Proclamación de la República y, por lo tanto, se espera una invasión de turistas de San Pablo, Río de Janeiro y Belo Horizonte que llegarán a Buenos Aires para disfrutar del fin de semana largo y, de paso, para hacer todo tipo de compras, aprovechando el tipo de cambio favorable para los brasileños.
"Tenemos que estar muy atentos al calendario brasileño para no quedarnos sin producto porque los fines de semana largos de allá terminamos vendiendo el doble en nuestros locales de la Capital Federal", asegura Aurich.
En un fenómeno parecido al que ocurría en la Argentina de los 90 y el uno a uno, la revalorización del real provocó que cada vez más brasileños decidan venir de compras a Buenos Aires. Y de la mano del superreal, a estas alturas Buenos Aires está en camino de convertirse en una especia de Miami de cabotaje para la clase media del socio mayor del Mercosur.
Hoy la moneda brasileña cotiza 1,68 reales contra el dólar y, desde 2008, acumula una revalorización del 30% frente a la divisa norteamericana. Además, se espera que un eventual triunfo de la candidata oficialista, Dilma Rousseff, en la segunda vuelta que se llevará a cabo a fin de mes, no hará otra cosa que ratificar el actual modelo económico que tiene en el real fuerte uno de sus principales pilares.
Para comprobar el papel cada vez más relevante que juegan los clientes brasileños en la facturación de las marcas y comercios argentinos no hace falta más que recorrer la calle Florida o los principales shopping centers porteños.
Devolución del IVA
De acuerdo con las estadísticas de Global Blue, una de las empresas que opera el sistema de devolución del IVA a los turistas extranjeros, las compras realizadas por brasileños en la Argentina, en septiembre, aumentaron un 214% (es decir que se más que triplicaron) frente al mismo mes de 2009 y, en el año, acumulan un alza del 140 por ciento. En Global Blue, además, destacan que los brasileños encabezan por lejos las compras en el país, y con una participación del 45% en el total de las devoluciones del IVA para extranjeros superan por mucho a chilenos, uruguayos, venezolanos, norteamericanos y españoles.
"Por una cuestión de calidad, el público extranjero busca la marroquinería y el calzado. En el caso de Patio Bullrich, las marcas internacionales de moda son un gran atractivo, especialmente para los brasileños. Y también es muy importante todo lo que tiene que ver con la indumentaria de polo", destacan en APSA Centros Comerciales, la principal operadora de shopping centers del país. En el grupo, resaltan que dentro de sus centros comerciales el preferido por el turismo es Patio Bullrich, donde uno de cada cuatro extranjeros es de origen brasileño.
Los shopping centers son los grandes beneficiados locales del superreal, aunque no los únicos. "Todos los días se siente la presencia de los brasileños, que hoy superan en compras a los europeos y se llevan de todo, desde zapatos hasta vinos", explican en Madero Center Shops, el exclusivo centro comercial que se levanta en el dique 4 de Puerto Madero.
Debe y haber
Las marcas de ropa también dan cuenta del impacto favorable de la invasión de los turistas brasileños, no sólo en sus locales del microcentro porteño. "Hoy el 60% de los compradores extranjeros que tenemos en nuestros locales son brasileños. Lo que más buscan son productos de cuero, como camperas, carteras, zapatos o cintos, y, generalmente, se llevan más de un producto. Y lo bueno es que su efecto no se siente sólo en las tiendas de Buenos Aires, sino también en las de otros destinos turísticos, como Ushuaia, Calafate o Bariloche", explicó José Mutti, director comercial de la marca Cardón.
Los comerciantes argentinos, igualmente, destacan que no todo es color de rosa en esta invasión de clientes brasileños. En los restaurantes se quejan de que los turistas paulistas o cariocas no acostumbran a dejar propinas, debido a que creen (o se hacen los distraídos) que viene incluida en la cuenta.
Además, también les gusta regatear los precios, aun en comercios que no tienen por política hacer descuentos por volumen. "Cuando vienen los brasileños, es típico que te pregunten si llevando cuatro cajas de alfajores, la quinta es gratis", explican en Havanna.
