Domingo 05 de octubre de 2014 | Publicado en edición impresa
Poder, política y reforma: a solas con Francisco
Política
ROMA.- La Casa Santa Marta es muy distinta de lo que cualquiera puede imaginar de una corte papal. Es un lugar diáfano y austero. Sus paredes son blancas; también sus cortinas. No hay grandes cuadros ni enormes tapices. La sala donde recibe el Papa es pequeña, con seis sillones iguales. No hay ninguno distinto y ninguno está reservado para él. Francisco no ha cambiado en nada. Sigue siendo el hombre afectuoso y cercano que era cuando estaba al frente del arzobispado de Buenos Aires. A veces lo cruza, como un rayo fugaz, cierto gesto de fatiga. "Extraño caminar, pero no tengo tiempo para eso", señala. Trabaja los siete días de la semana, sin descanso. No piensa cambiar esa forma de vida. Ha llegado a la silla de Pedro no para descansar, parece decir, sino para darle a la Iglesia un nuevo impulso, un viento fresco frente a los viejos conflictos del pasado. Se entusiasma con el sínodo de obispos, que está por inaugurar, para tratar los temas de la familia. Los conflictos del mundo ("La tercera guerra mundial", como él los llama) encienden el diálogo. "El mundo me recibió bien, pero es un mundo difícil y complejo", resume. Conserva una notable prudencia para hablar de su país. Nunca olvida que es un jefe de Estado, que podría estar opinando sobre otro Estado. De la Argentina sólo tiene palabras de encomio para Omar Abboud, dirigente de la comunidad musulmana argentina; para el rabino Abraham Skorka, y para Julio Schlosser, presidente de la DAIA.
La Argentina está, en cambio, en las conversaciones de los obispos argentinos que acudieron a Roma para asistir al Sínodo. Ellos debieron trasladarle al Papa lo que dicen y lo que los preocupa: la insistencia de los políticos argentinos en llevarse de Roma una foto con el Pontífice. ¿Con qué fin? Con fines políticos y electores -cómo no-. Hasta se enteraron de que uno de esos políticos (no dicen el nombre) editó una foto de una audiencia pública con el Pontífice para que la reunión pareciera privada.
Conclusión: el Papa cerró sus puertas para reuniones con políticos de su país. No recibirá más a dirigentes políticos argentinos. A los funcionarios argentinos que recibe los sacó de Santa Marta y los atiende, cuando los atiende, en el Palacio Apostólico, donde manda el rígido protocolo vaticano. "En Santa Marta se hacen ahora sólo las reuniones que el Papa llama «familiares»", dice un obispo.
Ese uso (y, sobre todo, el abuso) que los políticos hacen de una reunión con el Papa irrita a los obispos. Éstos dicen haber escuchado a Francisco rescatar a sólo dos políticos argentinos, Daniel Scioli y José Manuel de la Sota, que lo vieron en reuniones privadas y no intentaron luego sacar provecho de ellas. "Scioli hizo sólo una referencia muy vaga a ese encuentro y De la Sota ni siquiera informó públicamente de ella", rescatan. Pero son las excepciones; la regla es que muchos pujan por verlo, cuando nunca lo vieron antes, para después pavonearse con una foto de ocasión.
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lanacion.com | El Mundo Martes 14 de octubre de 2014 | Publicado en edición impresa Sínodo
Profundo cambio del Vaticano ante los gays y las parejas de hecho
El Mundo
El borrador del documento afirma que los homosexuales tienen "dones y atributos que ofrecer" a la Iglesia; habló de los aspectos "positivos" de las uniones no tradicionales
Por Elisabetta Piqué | LA NACION
ROMA.- Muchos ya lo están calificando como un "terremoto pastoral". El sínodo de obispos dio a conocer ayer la denominada Relatio post Disceptationem (informe después de la discusión), un borrador del documento final que sorprendió por una apertura sin precedente hacia los homosexuales y porque subrayó "lo positivo" que hay en las parejas de hecho. "Las personas homosexuales tienen dones y cualidades para ofrecer a la comunidad cristiana. ¿Estamos en grado de recibir a estas personas, garantizándoles un espacio de fraternidad en nuestras comunidades? A menudo desean encontrar una Iglesia que sea casa acogedora para ellos. ¿Nuestras comunidades están en grado de serlo, aceptando y evaluando su orientación sexual, sin comprometer la doctrina católica sobre la familia y el matrimonio?" Éstas son algunas de las frases del informe, que resume las discusiones que los 191 padres sinodales tuvieron la semana pasada sobre temas antes considerados tabú y que hacen a la familia de hoy.
"La cuestión homosexual nos interpela a una reflexión seria sobre cómo elaborar caminos realistas de crecimiento afectivo y de madurez humana y evangélica integrando la dimensión sexual. Por lo tanto, se presenta como un importante desafío educativo", agrega el documento, que, de todos modos, reitera el no de la Iglesia a cualquier equiparación del matrimonio entre un hombre y una mujer con las uniones gay.
Aunque se trata de un borrador, el texto representa un verdadero giro para la Iglesia Católica, según los expertos. Nunca antes se había visto, en negro sobre blanco, un lenguaje y un tono tan compasivos, abiertos y poco severos en un documento del Vaticano.
Dada a conocer por el cardenal húngaro Peter Erdo, relator general del sínodo, ante el mismo Papa y cerca de 200 obispos en el aula del sínodo, la Relatio post disceptationem (informe posterior a la discusión) servirá como base para el trabajo de los obispos de los próximos días, divididos en grupos lingüísticos llamados "círculos menores".
Esos equipos de trabajo deberán en los próximos días discutir, limar, retocar y corregir el borrador, tal como destacaron diversos cardenales en una conferencia de prensa.