Lunes 22 de septiembre de 2014 | Publicado en edición impresa
El encuentro con Francisco modificó el sentido del viaje de Cristina Kirchner a esta ciudad. El Papa pretendía que su red de Escuelas para el Encuentro, Scholas Ocurrentes, sea proyectada a escala internacional por la Argentina. Por eso, durante el almuerzo en Santa Marta, le pidió a la Presidenta que presente ese programa en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas pasado mañana. El ritual de esa exposición será acordado hoy, cuando ella visite al secretario general, Ban Ki-moon.
La jugada llama la atención por lo heterodoxa: Francisco dio un paso histórico en el acercamiento del Vaticano hacia China acompañado por tres compatriotas laicos. Con una curiosidad adicional: fue el peronista Romano quien terminó de convencer al secretario de Estado, Pietro Parolin, de enviar la carta.
El Papa acaba de delegar la presentación de una de sus propuestas sociales más relevantes en Cristina Kirchner . No fue el único camino para llegar al corazón de su huésped. Durante el encuentro en Santa Marta, le entregó varias bendiciones apostólicas: una para ella, otra para su hija Florencia, otra para Máximo y su familia y, la que más la conmovió, una dedicada a Néstor Kirchner.