El papa Francisco paseó con un casco de bombero por la plaza San Pedro l
La NACIÓN 16-10-13.
CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco no
lo dudó. Fiel a su estilo descontracturado y cercano a la gente, cuando
recibió un casco de bomberos de parte de uno de los miles de fieles que
se acercan a la Plaza San Pedro para escuchar su catequesis, se lo puso
en la cabeza y paseó con él en el papamóvil antes de su audiencia
general de los miércoles...
Su catequesis
"Una Iglesia que se cierra en sí misma y en el pasado
traiciona la propia identidad", advirtió el papa Francisco en su
catequesis de esta mañana, cuyo tema fue "La Iglesia es apostólica".
"La Iglesia, que continúa en la historia la tarea de
llevar el Evangelio a todo el mundo, tiene sus raíces en la enseñanza de
los Apóstoles, pero mira hacia el futuro, tiene la firme conciencia de
ser enviada, de ser misionera", dijo.
Contra el hambre
Además, el papa Francisco calificó hoy de "escándalo"
que exista el hambre y la malnutrición en el mundo y criticó "el
consumismo, el desperdicio y el despilfarro de alimento" en un mensaje
enviado al director de la FAO, José Graziano da Silva, en ocasión de la
Jornada Mundial de la Alimentación.
En su mensaje, que fue leído hoy durante la celebración
de esta jornada en la sede, en Roma, de la Organización de Naciones
Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), el pontífice consideró
que uno "de los desafíos más serios para la humanidad es el de la
trágica condición en la que viven todavía millones de personas
hambrientas y malnutridas, entre ellas muchos niños".
El ex arzobispo Jorge Bergoglio hizo notar la paradoja
de cómo la globalización permite conocer las situaciones de necesidad de
las personas en todo el mundo, pero sin embargo "crece la tendencia al
individualismo" y a "la indiferencia tanto a nivel personal como de las
instituciones y de los estados, respecto a quien muere de hambre o
padece malnutrición".
Para el Papa, es necesario, "hoy más que nunca, educar a
la solidaridad, redescubrir el valor y el significado de esta palabra
tan incómoda, y muy frecuentemente dejada de lado, y hacer que se
convierta en actitud de fondo en las decisiones en el plano político,
económico y financiero