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Italia: debaten la inmunidad de Berlusconi en plena crisis
La Corte se expedirá sobre la legitimidad de la controvertida ley que garantiza que los cuatro cargos más altos del Estado no pueden ser investigados por el Poder Judicial
ROMA (EFE).- Acorralado por escándalos sexuales y acusaciones de corrupción, el primer ministro italiano Silvio Berlusconi podría quedar aún más expuesto después de que la Corte Constitucional se expida sobre la legitimidad del denominado "Lodo Alfano", la controvertida ley que garantiza la inmunidad a los cuatro cargos más altos del Estado y que lo salva de ser procesado por cuestiones judiciales pendientes.
Tras ser aprobada en junio del año pasado por la propia coalición oficialista, la norma deberá ahora ser ratificada por el Tribunal, después de que su entrada en vigor detuviera el proceso judicial abierto contra Berlusconi por el caso del abogado inglés David Mills, condenado el pasado 17 de febrero a 6 años y 4 meses de cárcel por haber mentido a cambio de dinero en un juicio contra el mandatario.
Desde entonces, muchas son las voces que se han alzado contra esta controvertida norma, que llega ahora a su momento decisivo. Por ello, desde hoy debaten la legalidad de que tanto el premier, así como el presidente y dos presidentes del Parlamento, gozen de inmunidad judicial mientran permanezcan en sus cargos.
Su derogación supondría la posibilidad de que la imputación de Berlusconi en el proceso por el caso Mills, por supuesta corrupción, pudiera seguir adelante, y todo en un momento en el que su grupo Fininvest fue condenado a pagar 750 millones de euros a CIR, el holding de su mayor enemigo, el empresario Carlo De Benedetti, por los daños patrimoniales derivados del control de la editorial Mondadori, al que esta última no pudo acceder.
El análisis que comienza mañana del "Laudo Alfano", norma que recibe el nombre del actual titular de Justicia, Angelino Alfano, llega, por tanto, en el peor de los momentos para Berlusconi, cuando además su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), denuncia un auténtico acoso contra el mandatario, por el que se plantean salir a la calle a manifestarse.
Además de las cuentas pendientes con la justicia italiana, el primer ministro vive días en los que las fiestas celebradas con prostitutas de lujo en sus residencias de Cerdeña y Roma siguen generando polémicas.
El Estado basa su defensa de la ley de inmunidad en el hecho de que, si se derogase, "se provocarían daños a los cargos electivos, que no podrían ser ejercidos con el compromiso debido, pudiéndose producirse, incluso, dimisiones".
